domingo, 15 de junio de 2008

Extraño.

Al llegar del colegio sólo atiné a sacar un plato de comida del refrigerador y ponerlo a calentar, luego sin mayor recoveco me recosté en el sillón. Nunca me he cansado de contemplar los árboles ni menos cuando estos acaparan entre sus hojas cierzo y sol. No sé cuanto tiempo ha pasado… me es incapaz y absurdo levantarme de aquí estuve mucho rato cavilando -si era posible- en el sacar el cuaderno del bolso y ponerme a escribir… es escabroso pensar otras cosas. Me demoró -ahora me río- entrar a mi casa, no lograba concentrarme en el “objeto desconocido” que debía sacar de alguna parte de mi bolsillo para poder abrir algo plano, de tono castaño que no me dejaba entrar

Mas aún me costó sacar la mirada de un grupo de rosas que ya crecidas adornaban mi jardín (¿mío?)… lamentaba que estuvieran tan engreídas y no pudiera ya cortarlas para obsequiártelas a ti.

El “pi-pi-pi” de la caja donde puse a calentar mi almuerzo -que avisa algo que ya olvidé- no deja de repiquetear como las ansias que tenía hoy de besarte

El tiempo ha dejado de soplar y una magnánima angustia comienza a merodear

¿Y si no vuelve a soplar el viento? ¡Que importancia puede tener eso! ¡Ahora no!

No sé sacarte de aquí ni de las hojas, ni tampoco del pi-pi-pi… me recuerda que en algún lugar estas tu pensando algo que desconozco… ¿Pensarás en mi también?

Tengo mucha hambre pero me es imposible moverme… ¿la verdad? No quiero.

Sé que esto no te acerca a mí ni tampoco hará que tú comiences a pensar en mí, pero al detenerme un momento estas “más cerca”… todo lo subyugas y lo ocupas… pi-pi-pi me duele!

No pienso en lo que sucede ni sucederá… por momentos logro acordarme que poseo una “existencia” con familia, café y amigos, pero eso no hace más que sumergirme en el “sueño” que cada vez logra ser mas conciente… pi-pi-pi me ultimo! ¿Cómo lo haces?...

Se aproxima gente donde me encuentro yo, uno tiene algo en mano con lo que trata de abrir otra cosa mas grande… me llaman Eduardo… golpean con una mano eso y me piden que haga algo… vuelvo a escribir luego.

Un grillo en una claraboya de mi pieza no deja de atormentarme…¡Asaz duele la espalda!
aún no siento el animo y brío para tocar flauta… me podría ayudar mucho…

-Llegaron mis padres y me trajeron de regalo un llavero bien lindo de forma esferoidal, si lo agitas suena- ¡algo hace falta!

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